Muchos de nosotros andamos por la vida con cargas sobre nuestros hombros, no son físicas,, pueden ser emocionales, espirituales,, mentales, etc. Son terribles porque ellas no te dejan avanzar. de acuerdo con la Asociación Libre d Psicólogos (https://www.alclinica.com/post/que-son-las-cargas-emocionales), ellos son recuerdos, ideas, sentimientos que permanecen a pesar de nuestro deseo de dejarlas ir, lo que nos vuelve inestables en todos los sentidos. Por su parte las cargas espirituales, donde se encuentran inmersas las anteriores y se vuelven físicas
en las cargas espirituales, donde me enfocaré y de lo que trata mi trabajo en la Terapia CEV diseñada por mi, comienzo indicando que en Mateo 23-1-4 Jesús convoca a sus discípulos a no ser como los escribas y fariseos que buscan ser tratados como maestros, dignos de sentarse en las primeras filas y que eso no es raro pues en la Cátedra de Moisés ellos también asisten, dice así:
“Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos: Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo, pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen, y no hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen en hombros de los hombres; pero ellos ni con su dedo las quieren mover.”
Así precisamente son nuestras costumbres, nuestros apegos religiosos, conductas históricas, es decir, lo que proviene de nuestras familias y entornos y algo más pesado y cruel que es la carga que viaja grabada en nuestra memoria celular de generación en generación.
Comentario 1: El Señor Jesús nos dice aquí que los escribas y fariseos enseñaban la ley de Moisés, la cual debían ellos guardar; pero además les advierte que no debían hacer como ellos hacían, pues su estilo de vida no era consecuente con sus palabras. Ellos ataban pesadas cargas (término en plural que nos deja ver su diversidad) sobre los hombros de los hombres, pero ellos ni con un dedo las querían mover.
Comentario 2: Esto nos habla de la pesada carga de la rutina religiosa que habían establecido en Israel. El pueblo estaba lleno de ritos y prácticas que eran el resultado de ellos mismos, eran el resultado de su propia interpretación de Dios.
Afortunadamente, las cargas pueden ser sanadas, con meditación, haciendo que nuestros cuerpos sutiles se liberen, permitiendo que a través de una comunicación verdadera y sana con el Espíritu Santo, en una conversación sentida con él. en la palabra está escrito que si le pides a tu padre un pan no te dará una piedra por ello cuando pides que el ES entre en tu vida, eso exactamente es lo que sucederá y sabrás cómo es la verdadera paz.
Busca, suelta, entrégale a él tus cargas y ´se libre para que hagas el trabajo que tienes que hacer, pero sobre todo AGRADECE, la oportunidad de sanar.
Muchas bendiciones
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